miércoles, 15 de enero de 2020

3ª Ruta - ASCENSIÓN AL ENDINO

FECHA DE LA RUTA 

Sábado 14 de diciembre de 2019


UBICACIÓN

Olea (Municipio de Valdeolea).

LUGAR DE ENCUENTRO PARA COMENZAR LA RUTA

Nos encontraremos en la iglesia de Santa María en Olea a las 11:00. Ubicación aquí.


DATOS DE LA RUTA 

Punto de partida y llegada: Iglesia de Santa María en Olea (Valdeolea). 


Distancia y horario aproximado: 14 kilómetros (ida y vuelta). 
Se estima la hora de llegada entre las 16:00 y las 16:30.

Desnivel: Unos 548 metros. 

Dificultad: Baja/Media. La pendiente de subida es liviana pero constante y posteriormente se va suavizando. La única dificultad que podemos encontrar son los tramos embarrados y resbaladizos del camino. El camino transcurre entre pista y sendero.

Nota importante: Debido a las lluvias de los últimos días encontraremos zonas bastante embarradas y resbaladizas, por lo que recomendamos usar calzado adecuado, tener chubasquero y llevar ropa de cambio. Además, es imprescindible ir bien abrigados, ya que vamos a la zona de Campoo.



UN POCO DE HISTORIA

Valdeolea es clave para conocer el proceso de romanización de la Cantabria antigua. Su territorio era atravesado por la vía que unía Pisoraca (Herrera de Pisuerga) con Portus Blendium, y sus camposmarcados por numerosos términos augustales -se han localizado casi una veintenaque separaban los prata de la Legio IIII Macedonica del ager de Iuliobriga, el asentamiento romano más importante que hubo en el antiguo territorio cántabro y cuyos restos se alzan en el vecino Campoo de Enmedio. De aquellos tiempos sobresale el yacimiento de Camesa-Rebolledosobre el cual se especula pudiera ser Octaviolca. Se trata de una villa con varias dependencias termalesque alojó más tarde un templo cristiano y una necrópolisejemplos de la repoblación de la comarca en la Alta Edad Media.
En el siglo X, durante el reinado de Alfonso III de AsturiasValdeolea y su entorno figuraban integrados en una demarcación territorial denominada Campo Pau. Ya en 1183, en una donación que el rey Alfonso VIII de Castilla hizo al obispo de Burgos, la comarca es ya registrada como Campoo y dos siglos más tarde, en el Becerro de Behetrías de 1351, figura dentro de la merindad de Aguilar de Campoo.
Entretanto, los asentamientos permanentes que surgieron en estos siglos en el territorio de Valdeolea se articularon en catorce concejos, institución llamada a pervivir durante todo el Antiguo Régimen: Camesa, con los barrios de Barriopalacio, Camesa y Rebolledo; Castrillo y barrio de La Haya; Cuena y las casas de Monasterio; Espinosa; La Loma; Mata de Hoz; Mataporquera; Matarrepudio; Olea; Reinosilla y venta de Casasola; Santa Olalla; el concejo mayor de Las Quintanillas, compuesto por Bercedo, Las Henestrosas, La Quintana y Las Quintanillas; y las villas de Hoyos y San Martín. Todos ellos dependían del rey, salvo Hoyos y San Martín, que, desde mediados del siglo XV, estuvieron vinculados a la casa Bravo Hoyos. La regulación del funcionamiento de cada concejo se establecía en unas ordenanzas, de las cuales solo se conservan las de Camesa y algunos capítulos de las de Mataporquera. Según las primeras, el concejo estaba administrado por dos regidores y contaba con un fiel, encargado del cobro de repartimientos vecinales.
En los siglos XIV y XV los concejos de los territorios de Campoo se agruparon en las hermandades de Campoo de Enmedio, Campoo de Suso, Campoo de Yuso, Valdeolea, Valdeprado, Los Carabeos y Cinco Villas. Cada una elegía anualmente a un procurador síndico general, vocal nato en las juntas del Ayuntamiento General de la Merindad de Campoo en la villa de Reinosa. Este oficial presidía la Junta de Hermandad, compuesta por los regidores y fieles-diputados de los concejos. Todos los años se celebraba una Junta (no había fecha fija para la Hermandad de Valdeolea) presidida por el corregidor de Reinosa (cargo creado a finales del siglo XV), en la cual elegían a los procuradores síndicos, a los alcaldes de la Santa Hermandad y, desde 1766, a los diputados de abastos y 'personeros síndicos del común'. Se reunía en Casasola y formaban parte de ella todos los concejos del valle a excepción de las villas de Hoyos y San Martín de Hoyos y Cuena, que, no obstante, sí pertenecía a la Merindad de Campoo.

Durante el Antiguo Régimen las siete hermandades, la villa de Reinosa y Valderredible formaron parte de la jurisdicción conocida como Corregimiento de Reinosa y Merindad de Campoo (Partido de Reinosa), incluido en el partido de Palencia de la provincia de Toro, circunscripción fiscal surgida en torno al año 1500. Tras la llegada al poder de la dinastía de los Borbones se trató de generalizar y uniformizar la división territorial del Estado, creando intendencias que reunieran las funciones de justicia, policía, finanzas y guerra. Tras varios reajustes quedaron reducidas a 22 en 1749. En las primeras décadas del siglo XIX esta zona conoció diversos cambios: el 24 de agosto de 1803 se suprimió la provincia de Toro y el 1 de enero de 1806 el partido de Reinosa quedó incorporado a la provincia de Palencia. Entre 1810 y 1813 formó parte de la prefectura de Santander; de 1814 a 1822 pasó a la provincia de Palencia; en 1822 quedó incluida en la provincia constitucional de Santander; entre octubre de 1823 y 1833 volvió a formar parte de la provincia de Palencia. Finalmente, en noviembre de 1833 se incorporó definitivamente a la provincia de Santander. Figura como ayuntamiento en el Decreto orgánico de 23 de julio de 1835, dentro del partido judicial de Reinosa.
Torre Medieval de San Martín de Hoyos
La torre Medieval de San Martín de Hoyos, en el municipio de Valdeolea fue construida en la Baja Edad Media (siglo XIV) y tuvo una doble misión: primeramente como torre albarrana, vigía y guardiana de los posibles invasores que pretendieran dominar esta comarca y su población asentada en la ribera del Pantano del Ebro. Posteriormente, y a la par que emblema de señorío, control o taquilla de pago de tasas por la entrada de cualquier producto que quisieran comercializar en esta región de Cantabria.
Su enclave, al sur del caserío de San Martín de Hoyos, en una loma del paisaje de páramos montañeros relacionados ya estrechamente con los campos de Castilla, resulta también aquí estratégico, pues es seguro que desde su más alta cota se divisa todo el municipio de Valdeolea y parte de los de Valdeprado, Enmedio, Campoo y la provincia de Palencia.
Su carácter de fortaleza le viene dado por el foso y contrafoso que la circundan y que aún hoy se aprecian, si bien se encuentran rellenos en parte para evitar accidentes del ganado que pasta en su cercanía o vertidos incontrolados y, también, por qué no, facilitar el acceso a la misma en los últimos usos para los que el hombre la ha requerido.
Hoy, esta Fortaleza-Torre conserva todo su alzado, aunque está desmochada y vaciado su interior. Presenta un volumen de aristas rectas y vivas en planta cuadrada de 11 metros de lado y una altura de unos 14 metros que dan cabida a los tres pisos que albergó.
Los muros son de sillería rústica, excepto en esquinales y vanos donde se aprecia sillería, están rellenos de argamasa y alcanzan un espesor de 1,80 metros con el que busca su estabilidad.
Sus cuatro fachadas son casi ciegas, pues apenas tiene un hueco por cara. De ellas, la orientada al Este presenta la puerta de entrada en arco ojival situada en el centro de la fachada y una aspillera en el centro del tercer piso. La fachada Norte tiene únicamente una aspillera en el centro del tercer piso.
En cuanto a la fachada Oeste, posee un gran vano en arco ojival en el centro del segundo piso, y una ventana en el tercer piso con dos ménsulas que en origen posiblemente fueran tres que, muy probablemente constituían la base de un voladizo o matacán para la defensa de la entrada.
Por último, la fachada meridional presenta únicamente una ventana ojival desviada hacia un lado en el piso superior y una aspillera ahora cegada en el otro lado del piso medio.